El verde es el color de la naturaleza por excelencia. Representa armonía, crecimiento, exuberancia, fertilidad y frescura.
¿Qué mejor que ver tu hogar con un color que tenga estabilidad?
El verde es el color o tono que siempre asociamos con la naturaleza, porque precisamente es el que más encontramos en ella.
Además, es comúnmente asociado a la llegada de la primavera, el florecimiento, los días soleados, la actividad al aire libre, la vegetación y por supuesto a la vida.
El verde ha sido utilizado en algunas épocas como un color sagrado, representando la juventud, la vida, la esperanza y la victoria.
Las tonalidades verdes también generan espacios más armoniosos, que fomentan la concentración y creatividad, al mismo tiempo que la tranquilidad y el relajo visual, no olvidemos que el primer filtro del cómo percibimos nuestro ambiente es la vista y la ciencia nos ha demostrado que el entorno es determinante en los estados de ánimo de una persona.
El verde es usualmente combinado con el blanco como color tónico, ya que el contraste ayuda a promover la iluminación del tono verde creando un fondo sereno, como por ejemplo cuando se utilizan tonos intensos.
Un buen color subordinado para la combinación entre verde y blanco, es el amarillo o el verde azulado, que se encuentran dentro de la misma gama de tonos que el verde en el círculo cromático.
El verde es un color pigmento, mezcla de azul y amarillo.
Pero este color tiene un simbolismo elemental que lo lleva a ser un color psicológico primario.
Es considerado matiz de transición y comunicación entre los dos grandes grupos de colores: cálidos y fríos.





















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